Coalición por El Bierzo lamenta el profundo desprecio de Enrique Saiz a los bercianos a cuenta de la Cruz de Peñalba y el Edicto de Augusto

cruz_penalba_edicto_bembibreCoalición por El Bierzo lamenta muy profundamente las palabras del director general de Patrimonio de la Junta de Castilla y León, Enrique Saiz, de las que se desprende que en El Bierzo no estamos preparados para acoger las piezas arqueológicas y mueseísticas que son el símbolo de nuestra tierra y de nuestra identidad berciana, tales como la Cruz de Peñalba o el Edicto de Augusto.

Bajo una afectada, pretendida y, en todo caso falsa,  argumentación técnica, emitida, no se olvide, por un político nombrado a dedo en su cargo, Saiz ha mostrado todo su verdadero y profundo desprecio y altanería política hacia El Bierzo y hacia los bercianos, dando una idea de lo poco que este territorio y su enorme sufrimiento le importan. En ese sentido, Coalición por El Bierzo desearía que este sentimiento de asco y repulsión hacia nosotros no fuera compartido por el resto de representantes públicos de la Junta de Castilla y León, por lo que les instamos a que no pierdan la ocasión de censurar las palabras de Enrique Saiz, si bien estimamos que lo mejor que podían hacer era removerlo de su puesto.

Sin embargo, lo peor de todo es que, para castigar a El Bierzo por no sabemos qué ofensa, el director general recurre a la manipulación del argumento torticero y a la mentira: dice que el Museo de León tiene las instalaciones y los recursos adecuados para garantizar la más correcta conservación de las piezas señaladas, por lo que inmediatamente cabe deducir que Ponferrada y El Bierzo carecen de ellas.

Sólo por ese argumento Saiz ya debería dimitir, pues hay que recordarle a esa lumbrera de director general que Ponferrada, concretamente el Museo de El Bierzo, ya acogió durante seis meses el cáliz y la patena de Peñalba, cedidas por el Museo del Louvre, que es posible que no sea tan importante como el Museo de León, pero que de conservar piezas importantes (por ejemplo la Gioconda) sabe algo más que Enrique Saiz y que todos los técnicos del Museo de León.

Extraña que a los especialistas de uno de los mejores museos del mundo les convencieran las garantías de seguridad y conservación que les ofrecía el Museo de El Bierzo y que a un burócrata de Valladolid no le sirvan y que le parezca mejor que una pieza siga estando mal exhibida y despreciada en un museo que pese a estar ubicado en un almacén de ferretería ahora parece ser el enclave perfecto para guardar y exhibir nuestro patrimonio. Porque le recordamos al director general que ninguna de esas dos piezas que reclamamos para su exhibición y conservación en El Bierzo están incluidas en el catálogo de las 24 piezas más importantes del Museo de León, tal y como podrá comprobar con una simple visita a la impresentable página web del museo, un verdadero insulto a la divulgación del patrimonio arqueológico y museológico. No hacen falta muchas luces: para visitar la web del Museo el director Saiz sólo tiene que abrir un ordenador y pinchar en el buscador de Google o cualquier otro. Sin duda, se asombrará, entre otras cosas de que haya cultura, sensibilidad y amor por el arte y el patrimonio más allá de Valladolid y de León.

 Pero, sobre todo, Saiz también podrá comprobar cómo la Cruz de Peñalba y el Edicto de Augusto se exhiben actualmente, de mala manera y en un edificio que deja mucho que desear en cuanto a sus cualidades museísticas.

Por cierto el director general de Patrimonio debiera saber que, en caso de retornar, la Cruz de Peñalba quedaría instalada y sería exhibida en el Castillo de Ponferrada, una auténtica fortaleza con mejores instalaciones y medidas de seguridad que las que tiene en su ubicación actual.

Coalición por El Bierzo sigue reclamando, ahora con más fuerza y determinación, si cabe, que nunca, el retorno a El Bierzo de la Cruz de Peñalba y del Edicto de Augusto y que no se preocupe el señor director general, que estas piezas son para nosotros un símbolo de nuestra tierra y nadie las cuidará ni conservará jamás mejor que nosotros, los bercianos.

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